La carrera no empieza con el primer trabajo
¿Cómo aprender del negocio de la animación antes de empezar a trabajar?
A inicios de este mes recibí una pregunta, en los comentarios a una publicación previa1. La pregunta en cuestión era:
“¿Por dónde puede empezar un estudiante que todavía no ha empezado a laborar para entender del negocio y no quedar atrapado en la ignorancia?”
Fue una pregunta breve, pero muy aguda. Respondí brevemente en los comentarios, pero esta pregunta merece más espacio. Hoy quiero retomar el tema, porque la falta de información puede limitar muchísimo nuestras oportunidades creativas.
El desconocimiento sobre cómo funcionan los proyectos, las relaciones profesionales y los modelos de negocio en animación puede dejar a muchos creativos frustrados, desmotivados o mal preparados. Y no tiene por qué ser así.
Algo que me gusta de la pregunta es que detrás de ella hay algo más profundo: un deseo sincero de aprender. Esa humildad es clave.
Como cristianos, debemos reconocer que los límites de nuestro conocimiento.
“El conocimiento envanece, pero el amor edifica. Si alguno cree que sabe algo, no ha aprendido todavía como lo debe saber;”
—1 Corintios 8:1b-2 (LBLA)
Ese principio bíblico también aplica a nuestra vida vocacional: crecer comienza por reconocer lo que aún no sabemos.
Así que este artículo pretendo ampliar en la respuesta que di en los comentarios. Aquí comparto varias ideas para quienes apenas están comenzando, y quieren entender cómo funciona su vocación creativa como carrera profesional.
Muchos estudiantes de animación, ya sea que asistan a clases regulares o que estudien de forma autodidacta, comienzan su formación pensando que aprender animación se trata del desarrollo artístico o técnico. Quieren aprender a animar bien, a dibujar mejor, a usar los programas. (Por eso, cuando ven algo que les gusta, una de las preguntas más frecuentes es “¿Qué programa de software usó?”)
Aprender a animar bien, a dibujar mejor, y a usar los programas es importante. Pero si descuidamos el contexto profesional donde ese trabajo ocurre, terminamos haciendo proyectos que nadie ve, con costos insostenibles, o que no sabemos cómo compartir con el mundo. Yo espero que mi buen amigo Fraser MacLean no se canse nunca de repetirlo:
Necesitamos cultivar la creatividad y la destreza técnica, en paralelo con las habilidades para los negocios.
Sin una comprensión clara del negocio detrás de la animación —de cómo se financian, producen, venden y distribuyen los proyectos— quedamos en desventaja. Peor aún: quedamos vulnerables. Podemos aceptar malas condiciones sin darnos cuenta, o perder buenas oportunidades simplemente por no entender cómo funciona el sistema.
Así que hoy quiero compartirles tres recomendaciones concretas para comenzar a aprender, incluso antes de haber conseguido un primer trabajo:
1. Aprender de personas reales, no solo de tutoriales
Hablar con profesionales que ya trabajan en animación puede darnos más claridad que cualquier artículo, incluido este. ón. Nada puede reemplazar el "networking", y las conexiones profesionales son indispensables en animación.
Ahora bien, aquí es necesario hacer dos advertencias importantes:
⚠️ Evitemos caer en la trampa del fanatismo.
Interactuar con profesionales en animación —sin importar cuán relevante nos pueda parecer su trayectoria y experiencias— no se trata de ser fan, ni de admirar desde lejos, sino de aprender de quienes ya han recorrido parte del camino. Aunque se trate de profesionales admirables, debemos recordar que sólo son personas, tan humanos como cualquiera de nosotros. El interés en estos contactos debe ser para aprender como profesionales, no para buscar autógrafos, selfies, o satisfacer nuestras preferencias como fans. No convirtamos la búsqueda de contactos en idolatría.⚠️ Respetemos su tiempo y su disponibilidad.
Ningún profesional en animación está en la obligación de atendernos ni de responder a nuestras consultas sólo porque deseamos aprender. Muchos profesionales son sumamente generosos con su tiempo y su experiencia, pero atendernos supone un costo de oportunidad para ellos. Debemos respetar si no pueden atendernos. Y, siempre que sea posible, sería ideal recompensar su atención. Algunos profesionales ofrecen horarios de consultoría o tienen programas de mentoría. Contratar sus servicios será siempre preferible por sobre pedirles consejos gratis.
Si estamos estudiando animación en una universidad o en una escuela especializada, es probable que algunos de nuestros profesores tengan experiencia profesional y actualmente estén trabajando en algún estudio de animación. Esta es una oportunidad para aprender más allá de lo que se enseña en las aulas, conocer de su experiencia, y entender cómo funcionan los proyectos reales.
También podemos buscar oportunidades para conocer a más profesionales en eventos especializados, ferias, charlas o incluso a través de LinkedIn. Es más, les propongo algo: Si aún no tienen contactos profesionales en animación, envíenme una invitación de conexión en LinkedIn. Les ofrezco ser su contacto y ayudarles a empezar con su red de contactos profesional.
2. Prestar atención a los videos de Eric Calderon
Eric Calderon es un productor con unos 30 años de experiencia en animación. En su canal de YouTube, llamado Surviving Animation, Eric ofrece videos donde explica, con claridad y honestidad, cómo funciona la animación como negocio.
Su canal literalmente trata sobre cómo sobrevivir a la animación, y Eric hace un excelente trabajo condensando información clave sobre sobre el negocio de la animación.
A pesar de lo que pudiera sugerir su nombre, Eric no habla español. Así que hay que tener en cuenta que todo su contenido está en inglés. Ahora bien, si el lenguaje fuera una barrera, siempre podemos aprovechar la función de subtítulos y activar la traducción automática a español que ofrece YouTube.
Ahora bien, no debemos esperar encontrar “la fórmula garantizada para el éxito”. Eric es demasiado realista y honesto como para siquiera sugerir algo tan disparatado. En cambio, sí podemos esperar soluciones prácticas, explicaciones claras y muchas montones de consejos basados en la experiencia y en la observación de la animación como negocio. El contenido de Eric es directo, útil y centrado en la realidad de la producción de animación.
100% recomendado.
3. Lee libros que aborden más que solo la técnica
Para aprender animación hay muchos libros muy recomendables. Ya antes me he referido a The Animator's Survival Kit de Richard Williams como el libro que todo animador debe leer2. Sin embargo, por maravilloso que pueda ser el libro de Williams, no es el único libro para aprender animación, y no es el libro ideal para aprender más allá de la técnica de animación tradicional. Definitivamente, no es un libro para aprender sobre la animación como negocio.
Si queremos aprender de la experiencia profesional de otros, incluso si es leyendo, podemos considerar la segunda edición del libro Your Career in Animation: How to Survive and Thrive, escrito por David B. Levy3.
Les recomiendo buscar este (abajo), con la portada de Bee and Puppycat. La primera edición, con la portada de Samurai Jack es buena, pero salió en el 2006 y podría considerarse desactualizada.
No voy a darles un link de afiliado, ni nada por el estilo. No quiero manchar la sinceridad de la recomendación. Confío en que si ustedes desean adquirirlo, lo harán por los medios que consideren más prácticos y efectivos.

La edición más reciente (2021) ofrece una guía amplia para entender el camino profesional en animación, desde la búsqueda de trabajo hasta el manejo de proyectos, relaciones laborales y desarrollo personal.
El libro, aunque reciente, naturalmente no contempla el impacto de las huelgas de escritores (WGA) y actores (SAG-AFTRA) del 2023. Aún así, cubre muy bien las bases y buenas prácticas para entender mejor cómo funciona todo. Y está repleto de consejos y entrevistas, de forma que la información no viene sólo de Levy, sino que reúne la experiencia y consejos de muchos otros profesionales más.
Ahora bien, el libro es relativamente caro, y no es para todos. Les recomendaría leer un fragmento antes de hacer una compra, o leer algunas reseñas, para que la decisión sea informada. Pero si deciden leerlo, puede ofrecerles una perspectiva que pocos cursos enseñan: cómo navegar tu carrera con propósito, estrategia y una visión integral.
En conclusión
Ahora bien, nada de esto sustituye la experiencia. Y nadie puede prever todos los retos del camino. Pero si estamos dispuestos a aprender, a preguntar, a leer y a escuchar, estaremos en mucha mejor posición para crecer.
No se trata de tener todas las respuestas, sino de mantener una mente abierta, y la humildad intelectual para hacer preguntas y aprender.
Finalmente, no pongamos nuestra seguridad en nuestro conocimiento. Aun si logramos aprender todo sobre cómo funciona el entorno profesional, nuestra confianza no debe estar allí. Nuestra confianza debe, siempre, estar en Dios, y no en nosotros mismos. Recordemos lo que dice Santiago:
“Oíd ahora, los que decís: Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad y pasaremos allá un año, haremos negocio y tendremos ganancia. Sin embargo, no sabéis cómo será vuestra vida mañana. Solo sois un vapor que aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece. Más bien, debierais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.”
—Santiago 4:13-15 (LBLA)
La ignorancia no es un destino inevitable. Podemos prepararnos, podemos aprender, y podemos servir con excelencia —sin orgullo, pero también sin temor. Y no estamos solos en ese proceso. Este espacio existe para tener compañía, inspiración y retarnos a vivir nuestra vocación creativa con propósito y fe.
Si este artículo te ayudó, compártelo con otros estudiantes o amigos que estén empezando a aprender sobre animación. Y si tienes otras preguntas, no dudes en dejarlas en los comentarios. Tal vez, como hoy, de una simple pregunta puede nacer una conversación que bendiga a muchos.
David B. Levy, Your Career in Animation: How to Survive and Thrive (New York: Allworth Press, 2021)