"Economía" es una de esas palabras que creemos conocer bien, pero que muchas veces no comprendemos del todo. Nos parece familiar porque es una palabra que encontramos a nuestro alrededor en todas partes, a diario. Tal vez incluso somos nosotros los que usamos la palabra, en contextos muy diferentes.
Vemos gente quejándose de "la economía". Oímos hablar de "reactivar la economía", o de "la crisis económica". Damos por sentado que pensar que la economía tiene que ver con el dinero —y muchas veces vinculamos su significado como sinónimo de ahorro.
Pero, ¿qué es realmente "Economía"? ¿Y por qué debería importarnos? ¿Qué tiene que ver con la animación de todos modos?
Bueno, vamos a detallar todo eso en esta publicación.
Empecemos por el principio
Afortunadamente, los conceptos básicos de Economía son bastante sencillos —no porque carezcan de profundidad, sino porque el estudio de las Ciencias Económicas ha conducido a la identificación de sus elementos esenciales. Según explica el autor a José Ávila y Lugo, en su libro Introducción a la economía1:
"la ciencia económica se encarga de estudiar la forma en que la sociedad resuelve, a partir de la utilización de recursos escasos y que pueden aplicarse a diferentes usos, el problema de dar satisfacción a las necesidades humanas que son en cierta forma relativamente ilimitadas."
(Énfasis añadido)
Esa definición no tiene desperdicio, y nos ofrece los elementos esenciales que necesitamos rescatar. Como veremos, la economía no es solo dinero, ni un concepto abstracto ajeno a nuestra vida diaria. Es un campo que estudia la forma en que las sociedades administran recursos limitados para satisfacer necesidades humanas. Y sí, esto tiene mucho que ver con la animación digital.
Me tomé la libertad de resaltar algunos elementos en negrita en la cita de arriba, para identificarlos mejor. Veámoslo de nuevo, individualmente:
Empieza con la sociedad
Si bien se habla de Ciencias Económicas, en realidad, la Economía es una Ciencia Social. La Economía estudia cómo los seres humanos interactuamos unos con otros, y con nuestro entorno.
No importa si estamos hablando de microeconomía (que considera variables individuales o "pequeñas") o de macroeconomía (que considera la suma de las variables "pequeñas" en vez de verlas de forma individual), siempre estamos hablando de la forma en que estas afectan al ser humano como ser social —nunca como una isla, sino considerando su interacción con terceros y su entorno, sea inmediato o global.
Sin interacción con terceros, sin el "fenómeno social", no podemos hablar de economía.
Usando recursos escasos
La Real Academia Española (RAE) define "recurso2" como un "medio de cualquier clase que, en caso de necesidad, sirve para conseguir lo que se pretende." Además, una séptima definición lo describe como el "conjunto de elementos disponibles para resolver una necesidad o llevar a cabo una empresa."
Así mismo, la RAE define "escaso3" como algo que es "poco abundante en cantidad" Los medios que tenemos a nuestra disposición, independientemente del tipo que sean, son todos finitos. Se desgastan, se agotan, o se acaban. Esto es verdad para todo en la vida, no importa de qué recurso se trate, todo tiene siempre una cantidad limitada.
Entonces, entendemos como recursos escasos a la suma de los elementos disponibles que podemos utilizar para conseguir algo. Desde el tiempo hasta los materiales físicos, pasando por la buena voluntad y el entusiasmo —todo aquello de lo que disponemos para hacer algo siempre llega a un final. La escasez de nuestros recursos, no importa cuan abundantes puedan llegar a parecer, radica en su contraposición a las necesidades. Pero de eso vamos a hablar a continuación...
Para resolver necesidades humanas ilimitadas
Dicho en palabras sencillas, las necesidades humanas son infinitas. Nunca pueden llegar a satisfacerse por completo. A manera de un ejemplo práctico: Si tenemos hambre y consumimos alimento, podemos saciar nuestro apetito —pero sólo temporalmente. No pasará mucho tiempo antes de que volvamos a tener hambre, como si no hubiéramos comido en absoluto.
Ciertamente, y parafraseando el refrán, "hay más hambre que comida". Es la realidad de la vida: Nunca tendremos medios suficientes para satisfacer las necesidades humanas a plenitud, precisamente porque los medios son finitos, y las necesidades son infinitas.
Lo que sí podemos hacer, es procurar la mejor manera de utilizar esos recursos finitos para alcanzar el mayor o más eficiente grado de satisfacción posible. Allí es cuando podemos reunir a todos los elementos y la definición cobra sentido.
La Economía: Administrando Recursos Escasos
La economía es una ciencia social que estudia cómo los seres humanos interactúan con su entorno para administrar recursos escasos. Analiza cómo la sociedad satisface necesidades ilimitadas con recursos finitos. Esta definición nos recuerda que todos los bienes y talentos que poseemos tienen límites, y nuestra labor como cristianos es administrarlos con sabiduría.
Desde una perspectiva cristiana, el concepto de economía tiene un significado aún más profundo. La Biblia nos enseña que somos administradores de lo que Dios nos ha dado (1 Corintios 4:2). Esto incluye nuestro tiempo, talentos, recursos materiales y oportunidades. Comprender la economía no es solo una cuestión práctica, sino una responsabilidad que debemos asumir con sabiduría y mayordomía.
1. Sociedad y Economía
La economía no es solo números y transacciones, sino relaciones humanas. Se trata de cómo colaboramos y compartimos recursos dentro de una comunidad. En la industria de la animación, esto se refleja en la colaboración entre artistas, empresas y audiencias. Como cristianos, nuestra interacción en este ámbito debe reflejar integridad y amor por el prójimo (Filipenses 2:4).
2. Recursos Escasos y Mayordomía
Desde una perspectiva económica, los recursos son limitados: tiempo, habilidades, dinero, tecnología. Desde una perspectiva bíblica, estos recursos son dones de Dios que debemos administrar con prudencia (Colosenses 3:23). En la animación, la gestión eficiente de estos recursos es clave para el éxito de cualquier producción.
3. Necesidades Humanas e Innovación
Las necesidades humanas nunca se satisfacen por completo. En la industria del entretenimiento, siempre habrá demanda de contenido animado. La pregunta es: ¿Cómo podemos producir contenido que no solo entretenga, sino que también edifique? Como cristianos, tenemos la oportunidad de impactar el medio con historias que transmitan verdad, belleza y justicia (Efesios 4:29).
La Animación Digital como Actividad Económica
Hacer animación es un negocio, y como toda actividad económica, implica la organización de recursos escasos para satisfacer necesidades específicas. Veamos algunos de los recursos clave en la animación:
Recursos Humanos:
Talento y creatividad
Habilidad técnica
Conocimiento y experiencia
Recursos Materiales y Tecnológicos:
Software y hardware
Espacios de trabajo
Energía e infraestructura digital
Recursos Financieros:
Inversión en producción
Costos de distribución y marketing
La economía de la animación se puede analizar en tres fases fundamentales: creación, distribución y consumo. Cada una de estas etapas está influenciada por decisiones económicas que determinan el éxito del proyecto.
Reflexionando sobre la Economía y la Fe
La animación, como cualquier otra industria, puede ser usada para el bien o para el mal. Como cristianos, debemos preguntarnos: ¿Cómo podemos ser luz en este campo? (Mateo 5:16). La economía no solo trata de maximizar ganancias, sino de administrar bien los recursos para un propósito mayor. Ya sea como artistas, productores o empresarios, debemos buscar glorificar a Dios en nuestro trabajo y servir con excelencia.
Reflexionemos sobre cómo aplicamos los principios de mayordomía en nuestra carrera. ¿Estamos usando nuestros talentos de manera intencional y organizada? ¿Cómo podríamos contribuir a una industria de la animación que refleje valores eternos? La economía y la fe no están separadas; al contrario, nuestro llamado es administrarlo todo con sabiduría y para la gloria de Dios.
José Ávila y Lugo, Introducción a la economía (México: Plaza y Valdés, 2004), 47.
Real Academia Española. (2013). Recurso. En Diccionario de la lengua española, 23.ª ed. https://dle.rae.es/recurso
Real Academia Española. (2013). Escaso. En Diccionario de la lengua española, 23.ª ed. https://dle.rae.es/escaso