IA, Netflix, y los luditas de hoy
Un análisis crítico de la automatización, desde la perspectiva de los luditas hasta una visión cristiana del trabajo y la tecnología.
Como algunos de ustedes sabrán, el 31 de enero del 2023, Netflix publicó un tweet1 promoviendo su corto animado “The Dog & The Boy”, destacando cómo había utilizado inteligencia artificial (IA) para generar las imágenes de los escenarios del proyecto.
La publicación, traducida al español, dice lo siguiente:
“Un cortometraje del proyecto de animación conjunto "The Dog & The Boy" de Netflix Anime Creators Base, el desarrollador de tecnología Rinna Inc. y WIT STUDIO.
Como un esfuerzo experimental para ayudar a la industria del anime, que tiene escasez de mano de obra, ¡la tecnología de generación de imágenes se utiliza para las imágenes de fondo de todos los cortes de video de tres minutos!”
(énfasis agregado)
La noción de que hay escasez de mano de obra es debatible. Tal y como señala Jamie Lang, escribiendo para Cartoon Brew2, la presunta escasez de mano de obra en la industria de animación japonesa (si la hay) se da porque las malas condiciones laborales expulsan a muchos de la industria. Incorporar sistemas de inteligencia artificial —con el potencial de sustituir el trabajo de artistas dentro de la industria— sólo vendría a agravar el problema.
En los créditos del corto se detalla Diseñador de Escenarios a “AI (+Human)”, omitiendo por completo el nombre de quien sea que haya trabajado con las imágenes generadas —en un proceso supuestamente colaborativo. Esto fue tomado por muchos profesionales de la industria como un insulto directo.
Haya sido pensado como un insulto o no, lo cierto es que la automatización de procesos y los sistemas de inteligencia artificial ofrecen —según algunas empresas— un sustituto razonable para la fuerza laboral especializada. Esta perspectiva atenta contra la dignidad humana, porque reduce a los trabajadores a números y los convierte en piñones intercambiables en una maquinaria únicamente enfocada en eficiencia y la consecución resultados caprichosos.
Es triste que esto esté pasando, pero no es una sorpresa. Tampoco es algo realmente nuevo. La transformación de las dinámicas del trabajo por el advenimiento de nuevas tecnologías es algo que se ha dado desde mucho antes de la Primera Revolución Industrial. En tiempos mucho más recientes, con el desarrollo de la robótica, hemos visto cómo otras industrias han aplicado "soluciones" similares en pos de la eficiencia, pero en detrimento de la fuerza laboral.
Entran los luditas
El movimiento ludita fue un movimiento social del siglo XIX en Inglaterra, que se oponía violentamente a la introducción de la industrialización en la industria textil. En ese entonces, el temor era que las máquinas iban a reemplazar los trabajos y medios de vida de los artesanos. El movimiento ludita se convirtió así en un símbolo de resistencia al progreso tecnológico.
Hoy en día, el término "ludita" se usa a menudo de manera despectiva. Hoy se emplea para describir a las personas que se resisten al progreso o cambio tecnológico, particularmente en el contexto de la tecnología digital. Este uso del término pretende implicar que la persona se opone al progreso de forma irracional. A menudo se utiliza para descartar las preocupaciones sobre el impacto de la tecnología en la sociedad.
Sin embargo, vale la pena señalar que los luditas originales tenían preocupaciones legítimas. Estaban preocupados por el impacto del cambio tecnológico en sus medios de vida. Sus acciones fueron una respuesta a las condiciones económicas y sociales de la Inglaterra del siglo XIX. A pesar de sus métodos, sus preocupaciones sobre el impacto de la tecnología en los trabajadores eran válidas y continúan siendo relevantes hoy.
Por lo tanto, si bien el término "ludita" puede usarse de manera despectiva hoy en día, las preocupaciones de los luditas originales sobre el impacto de la tecnología en el trabajo siguen siendo relevantes. Estas preocupaciones deben tomarse en serio.
Del mismo modo, las preocupaciones contemporáneas sobre la IA y su impacto en el trabajo también se derivan del miedo al desplazamiento laboral. La IA y la automatización tienen el potencial de reemplazar muchos trabajos que actualmente realizan los humanos. Los trabajos percibidos en riesgo van desde la fabricación y el transporte hasta los trabajos administrativos. Ahora, en este ejemplo en particular, son los artistas de animación los que parecen estar a punto de ser reemplazados.
Como resultado, muchas personas se preocupan por el futuro del trabajo y la posibilidad de un desempleo generalizado e inestabilidad económica.
Es posible expresar inquietudes sobre la IA y la automatización, y aun así reconocer los beneficios potenciales del progreso tecnológico. Los luditas no se oponían a la tecnología per se, pero estaban preocupados por su impacto en sus medios de vida y el orden social. Del mismo modo, aquellos que expresan preocupaciones sobre la IA y la automatización no necesariamente se oponen al progreso tecnológico, pero quieren asegurarse de que se mitigue su impacto negativo en los trabajadores.
Ejemplos en otras industrias
En noviembre del 2022, Amazon presumía de cómo sus robots estaban asistiendo a sus empleados en la gestión de paquetes y envíos3. En la práctica, los robots sustituyen a empleados en labores más repetitivas, y —supuestamente— liberan a los trabajadores para que puedan concentrar su tiempo en "otras labores".
Siguiendo con el paralelismo, Amazon justifica el aumento de la automatización como la solución para hacer sus procesos más eficientes. Y es verdad: Los robots hacen que el proceso sea más eficiente. No hay forma de argumentar lo contrario. Un aumento en la demanda hace que sea necesario ofrecer más productos, en menos tiempo. Si el proceso puede ser automatizado, Amazon sentirá justificado hacerlo —y cada vez son más los procesos que pueden ser automatizados.
Todo esto va de la mano con nuestras tendencias de consumo y cuánta importancia damos a cómo se produce lo que consumimos. A menudo, los consumidores estamos más interesados en los resultados que en el proceso. Aquí tenemos que ser honestos: Recibimos con los brazos abiertos cualquier cambio que haga nuestras vidas más fáciles. Demasiado a menudo valoramos la inmediatez y la satisfacción instantánea de nuestras necesidades por sobre la realidad y las necesidades de los demás.
Para nosotros, como consumidores, esto es una caja negra. Nos interesa nuestro aporte y el resultado. Nos preocupamos por la selección del producto y cuánto pagamos por él, y esperamos que llegue a nuestra puerta pronto. Nos encanta que Amazon pueda hacer que nuestros pedidos lleguen a nosotros lo más rápido posible, y nos tiene sin cuidado cómo es que Amazon hace que esto suceda. El proceso no nos importa.
Pero ahora, cuando Netflix presume de "resolver" la escasez de mano de obra usando imágenes generadas por inteligencia artificial, los roles cambian. Ahora nos encontramos en la misma posición que los empleados de bodega viendo la llegada de brazos robot capaces de identificar el inventario.
De pronto ya no estamos del lado de los consumidores, sino que somos parte del proceso. Ahora sí nos importa cómo se hace el producto, porque somos nosotros quienes lo hacemos, y son nuestros trabajos los que vemos en riesgo. Es natural sentir que se está reemplazando a los trabajadores, porque eso es justamente lo que está pasando.
Mientras los paquetes lleguen pronto, al consumidor no le importa si Amazon reemplaza a sus empleados con máquinas. Mientras haya nuevas series animadas, al consumidor no le importa si los artistas son reemplazados por sistemas basados en inteligencia artificial. En otras palabras: Al consumidor no le importa nada que no le afecte directamente.
Lo que podemos hacer al respecto
El miedo a que la inteligencia artificial y la automatización se hagan cargo de los trabajos es comprensible. Sin embargo, es importante recordar que la tecnología siempre ha cambiado la naturaleza del trabajo. Ahora bien, hay algunas cosas que se pueden hacer para lidiar con la sensación de que la IA amenaza con desplazarnos de nuestros trabajos.
La mejora de las habilidades y el aprendizaje constante son una forma clave de mantenerse relevante en el mercado laboral. Invertir tiempo en aprender nuevas habilidades siempre es buena idea —especialmente si son habilidades que estarán en demanda. En este caso, sería recomendable concentrarse en desarrollar habilidades como la creatividad, la inteligencia emocional y el pensamiento crítico. Estas son habilidades profundamente humanas, que la IA y la automatización no pueden replicar.
El cambio es una constante en el universo. Es importante estar abierto a nuevas oportunidades y a explorar diferentes trayectorias profesionales que se alineen con nuestras habilidades e intereses, y aceptar que incluso esas habilidades e intereses también cambian.
Parafraseando a Grace Hopper, contraalmirante de la marina de los Estados Unidos, y pionera en las ciencias de la computación:
La frase más peligrosa en el idioma es “siempre lo hemos hecho así”
Esto no solo tiene que ver con la inteligencia artificial. Aprender a aceptar el cambio y a ser adaptable es una habilidad importante para cualquier faceta de la vida.
En lugar de temer a la IA, es mejor buscar entender mejor cómo funciona, y cómo podemos aprovecharla como herramienta. Aprender a trabajar con estas nuevas tecnologías puede hacernos más efectivos y eficientes en nuestro trabajo.
También es perfectamente posible que nuestra área de trabajo actual desaparezca sin que la inteligencia artificial tenga nada que ver al respecto. Ya vimos muchos casos similares durante el 2020 y el 2021, donde industrias enteras tuvieron que aprender a hacer las cosas diferente. Es importante mantenerse flexible y aprender a pivotar con el cambio.
La IA y la automatización, como cualquier proceso de innovación, pueden crear nuevas oportunidades para el crecimiento. Si sabemos adaptarnos a los nuevos desafíos, sea cuales fueren, tendremos mejores oportunidades de seguir adelante, crecer y prosperar.
Una visión cristiana del trabajo y la tecnología
Desde una perspectiva cristiana, el trabajo no es simplemente un medio obtener dinero, sino una vocación dada por Dios. Génesis 1:28 nos llama a “llenar la tierra y sojuzgarla”, lo que implica un mandato para cultivar y cuidar la creación de Dios.
La Reforma Protestante, con su énfasis en la doctrina del sacerdocio de todos los creyentes, reforzó la idea de que todo trabajo honesto es sagrado y tiene valor a los ojos de Dios. Por lo tanto, debemos considerar la automatización y la IA a la luz de cómo afectan nuestra capacidad, y la de las demás personas, para cumplir con nuestra respectiva vocación y participar en la creación de Dios.
La Biblia nos enseña que los seres humanos somos creados a imagen de Dios (Génesis 1:27), lo que nos confiere una dignidad intrínseca. Reducir a las personas a meros engranajes en una máquina —ya sea literal o figurativamente— es negar esta dignidad humana. Además, debemos tener cuidado de no caer en la idolatría tecnológica, donde la eficiencia y la productividad se convierten en fines en sí mismos, desplazando a Dios y a las personas del centro de nuestra atención. La Biblia nos advierte contra la confianza excesiva en las obras humanas (Jeremías 17:5-8 y Proverbios 3:5-6) y nos recuerda que nuestra verdadera esperanza está en Dios. Podemos, con naturalidad, extender esta amonestación a no poner en la tecnología la clase de confianza que sólo deberíamos tener en Dios.
Finalmente, como mayordomos de la creación de Dios, los cristianos estamos llamados a usar la tecnología de manera responsable y ética. Esto implica considerar el impacto de la automatización y la IA en la vida de los trabajadores, y buscar formas de mitigar los efectos negativos.
La Biblia nos llama repetidamente a buscar la justicia y a defender a los oprimidos (Isaías 1:17; Jeremías 22:3; Proverbios 31:8-9). En el contexto de la IA y la automatización, esto significa abogar por políticas y prácticas que protejan los derechos de los trabajadores y promuevan una distribución equitativa de los beneficios de la tecnología.
Como cristianos, estamos llamados a ser luz en el mundo (Mateo 5:14-16), lo que implica participar en el diálogo público sobre la IA y la automatización, ofreciendo una perspectiva basada en los valores bíblicos y la ética cristiana.
Netflix Japan (@NetflixJP). 2023. "Netflix アニメ・クリエイターズ・ベース×技術開発のrinna株式会社×WIT STUDIOによる共同プロジェクトアニメ『犬と少年』のショートムービー。
人手不足のアニメ業界を補助する実験的な取り組みとして、3分間の映像全カットの背景画に画像生成技術を活用!" Twitter, 31 de enero, 2023, 3:45 a.m. https://x.com/NetflixJP/status/1620357552025538561?ref_src=twsrc%5Etfw.
Jamie Lang, “Netflix Faces Backlash After Using AI Software To Create Backgrounds For An Animated Short”, Cartoon Brew, 2 de febrero, 2023, https://www.cartoonbrew.com/tech/netflix-japan-ai-dog-and-boy-225631.html.
Dominic Rushe, “Amazon enters the age of robots. What does that mean for its workers?”, The Guardian, 11 de noviembre, 2022, https://www.theguardian.com/technology/2022/nov/11/amazon-robots-jobs.