Siete consejos para conseguir trabajo en animación
Una perspectiva pragmática y siete consejos accionables para mejorar tus oportunidades.
Buscar trabajo es una actividad estresante. Todo el proceso está lleno de momentos de duda, e implica exponernos al rechazo. En esta publicación exploraremos siete consejos prácticos para mejorar nuestras oportunidades de conseguir el trabajo que deseamos en la industria de Animación.
Es una lástima cuántos mitos rodean el proceso. Desde el mito de que para ser hay que sacrificarlo todo por el arte (muy de la mano con el mito del “artista muerto de hambre”), hasta el mito—quizás más peligroso a largo plazo—de que "querer es poder".
Ambas imágenes son fantasías populares; mentiras que nos han contado por muchos años, pero mentiras al final de cuentas. Hoy quiero que dejemos de lado las mentiras, y nos concentremos en qué podemos hacer para conseguir trabajo.
Podemos empezar tomando prestada una frase de Franklin D. Roosevelt:
"No basta con querer: debes preguntarte a ti mismo qué vas a hacer para conseguir lo que quieres"
Empezaremos con la perspectiva cristiana sobre la búsqueda de empleo, y examinaremos cuáles son nuestras motivaciones al buscar trabajo. Luego exploraremos siete consejos prácticos para mejorar nuestras oportunidades de conseguir el trabajo que deseamos.
Lo haremos sin miramientos y sin idealizar el tema. Seremos honestos y realistas, con un enfoque pragmático y aplicaciones directas. Espero que este tema sea de provecho para todos.
La perspectiva cristiana
El primer paso para cualquier cristiano en busqueda de empleo debería ser poner sus necesidades ante Dios en oración. Sabemos que Dios conoce nuestras necesidades—aún antes de que pidamos nada—pero la oración nos lleva a tener la mentalidad correcta. Orar por nuestra búsqueda de empleo nos permite reconocer que es Dios (y no nosotros mismos) quien tiene control sobre todas las cosas. Podemos pedirle con confianza, sabiendo que Él conoce todas nuestras necesidades.
“Y al orar, no uséis repeticiones sin sentido, como los gentiles, porque ellos se imaginan que serán oídos por su palabrería. 8 Por tanto, no os hagáis semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes que vosotros le pidáis.”
—Mateo 6:7-8
Podemos acercarnos a DIos en oración, con confianza, más allá del miedo y la duda que puede generar nuestra búsqueda de empleo. La Biblia nos recuerda la importancia de acercarnos a Dios en oración con gratitud y paciencia, librándonos de nuestra ansiedad al poner nuestras necesidades en Sus manos y confiar en Él.
“Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento[a], guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús.”
—Filipenses 4:6-7
Confiemos entonces en Él cada día, mientras buscamos empleo, sabiendo que Él nos acompaña y que nuestra diligencia y esfuerzo se apoyan en Él, y no en nuestras propias fuerzas. Es importante que nos esforcemos, pero siempre debemos si pretendemos forjar nuestras carreras profesionales sólo con nuestro esfuerzo, sin apoyarnos en Dios, no lograremos nada. (Salmos 127:1-2)
Ahora veamos esos siete consejos prácticos para mejorar nuestras oportunidades de conseguir trabajo en Animación:
Consejo #1:
Empezar con el "porqué"
La idea de empezar con el "porqué" no es nueva, pero adquirió nueva popularidad a finales de la primera década del siglo XXI, de la mano de Simon Sinek.
Sinek trajo el tema a la mesa primero con su Ted Talk titulada How great leaders inspire action (literalmente "Cómo los grandes líderes inspiran la acción"), y luego con su libro Start with Why: How Great Leaders Inspire Everyone to Take Action1.
Sinek enfatiza la importancia de sentido de propósito. En prácticamente todas las actividades podemos encontrar 3 círculos concéntricos (a lo que él llama "el círculo dorado"). Empezando de adentro hacia fuera, tenemos:
el "¿Por qué?"
el "¿Cómo?"
el "¿Qué?"
Por supuesto que es importante tener claro qué es lo que hacemos, y cómo lo hacemos. Pero aún más, mucho más, es importante tener claro el por qué queremos hacerlo.
Es una idea que Sinek reitera a lo largo del libro y que es clave a nivel profesional, especialmente si estamos pensando en nuestra carrera y hacia dónde queremos avanzar. Sinek rescata una idea importante:
"La gente no compra QUÉ hacemos; compran PORQUÉ lo hacemos"
Dicho sea de paso, hay una diferencia enorme entre "querer un trabajo" y "querer una carrera". Por supuesto, todos tenemos necesidades, y quienes sostenemos económicamente un hogar tenemos que suplir las necesidades del hogar. Sin embargo, la diferencia sigue estando allí.
No es lo mismo necesitar tener alguna fuente de ingresos que desear crecer en un área específica a nivel profesional. Afortunadamente, conciliar las dos es posible, especialmente si lo tenemos claro desde un principio y actuamos en esa dirección.
En todo caso, si "ganar el dinero" es la razón del por qué hacemos las cosas, entonces cualquier actividad dará igual —y eso abriría las puertas para un desdoblamiento moral muy peligroso. Ganar dinero no debería ser nuestra meta por sí misma.
De regreso con Simon Sinek, pero esta vez desprendiéndose de otro de sus videos2, podemos encontrar estas palabras:
"El dinero es como el combustible. Los automóviles necesitan combustible, pero el propósito del automóvil no es comprar más combustible. En los negocios es lo mismo. El propósito de un negocio no es ganar dinero, es promover un propósito o causa mayor."
Por supuesto que todos necesitamos ingresos. Y es justo que todo trabajo sea remunerado de forma apropiada. Pero si hablamos de "el trabajo que deseamos" deberíamos pensar en el crecimiento de nuestra carrera: Lo que queremos ser y el por qué queremos serlo. El salario es el medio que nos permite ejercer nuestra carrera, no debería ser el fin en sí mismo.
Tener claro el por qué hacemos lo que hacemos también nos ayudará a responder una de las preguntas más "profundas" de los procesos de reclutamiento: "Si todo saliera bien en nuestra vida, ¿dónde nos vemos a nosotros mismos en 5 años?"
Al igual que con las empresas, las personas —y particularmente los profesionales— podemos pensar en términos de "misión" y "visión". Podemos replantearnos quiénes somos, qué es lo que queremos lograr, cómo pensamos lograrlo, y, muy especialmente, por qué lo queremos.
Tim Challies, en su libro Do More Better: A Practical Guide to Productivity3, recomienda empezar por definir cuáles son nuestras áreas de responsabilidad. Comúnmente podremos dividir nuestras vidas en áreas como:
Personal
Familiar
Profesional
Social
Y cada uno de nosotros cumplimos con ciertos roles en cada una de esas áreas. A cada uno de nosotros nos toca hacer algo de lo que somos responsables en esas áreas de nuestras vidas. En vez de tener un "por qué" o una "misión" universal, Challies sugiere —muy acertadamente— que es perfectamente posible tener misiones (en plural), una para cada una de nuestras áreas de responsabilidad.
Si lo mantenemos en el plano profesional, teniendo nuestra misión (nuestro "por qué") en mente, podremos plantearnos a nosotros mismos las preguntas que nos ayudarán a discernir lo que realmente es importante. Se trata de una forma de esencialismo. De acuerdo con Greg McKeown, autor de Essentialism: The Disciplined Pursuit of Less4:
Si no establecemos las prioridades de nuestra vida, alguien más lo hará.
⚠️ Una advertencia importante:
Aplicar simultáneamente a todas y cada una de las oportunidades disponibles en una empresa, suele provocar que no te consideren para ninguna de ellas.
Las empresas no buscan a alguien que quiera trabajo. Aplicar a todas las oportunidades es una señal casi inequívoca de alguien que quiere hacer "lo que sea" y eso no suele dar resultados positivos. Las empresas buscan a alguien que quiera hacer justo lo que ellas necesitan, y que sea alguien que lo haga bien. Hay una diferencia considerable, si lo pensamos con calma.
Consejo #2:
Identificar nuestras propias fortalezas
Saber qué podemos hacer y, particularmente, qué podemos hacer BIEN es clave para mejorar nuestras oportunidades de éxito.
Es preferible procurar un par de áreas en las que seamos más fuertes y crecer en esa dirección, especialmente si deseamos participar en proyectos de alta gama. La formación generalista es un excelente punto de partida, pero, si se desea llegar al mayor nivel posible, la especialización es necesaria.
Como reza el refrán: "Aprendiz de mucho, maestro de nada"
Deberíamos procurar ser realmente buenos en aquello que nos interesa perseguir. Tiene sentido. No hacerlo sería negligente. Y esto debería empezar por reconocer cuáles son nuestras fortalezas, para poder trabajar sobre ellas y crecer aún más.
Tal y como y como explica Lars Kure Juul en su libro Organizational Happiness5, jugar a favor de nuestras fortalezas y desarrollar talentos es clave para desbloquear nuestro potencial.
Ahora bien, Ray L. Hunt le da la vuelta y nos recuerda que las fortalezas no son la única pieza en la ecuación.
"Es más importante conocer tus debilidades que tus fortalezas"
Conocer nuestras debilidades nos permitirá atenderlas oportunamente. Está bien tener debilidades —todos las tenemos, y reconocerlas es importante.
Habrá debilidades que deberíamos corregir, como falencias en nuestra forma de comunicarnos (como la falta de tacto al hablar, por ejemplo), un mal manejo del tiempo, o ser perezoso. Todas esas son "debilidades" que ciertamente deberíamos de atender —¡y pronto! Ese tipo de debilidades bien podría dar al traste con cualquiera de nuestras fortalezas.
Pero hay otras debilidades que no deberíamos tratar de solucionar. Es normal no ser bueno en todo. En este sentido, no sólo se trata únicamente de saber en qué somos buenos, sino también dónde somos más débiles. Sólo así podremos ser honestos al buscar ayuda, y comprender cómo complementamos (y necesitamos del complemento de) nuestros compañeros de equipo. Por que sí —en caso de que alguien lo haya olvidado— la Animación, como industria, se basa en el trabajo en equipo.
Peter Drucker, el padre de la Administración moderna —y autor de Managing Oneself6— lo dice mejor que nadie:
"Cultiva una comprensión profunda de ti mismo, no solo cuáles son tus fortalezas y debilidades, sino también cómo aprendes cómo trabajas con los demás, cuáles son tus valores y dónde puedes hacer la mayor contribución. Porque solo cuando operas desde las fortalezas puedes alcanzar la verdadera excelencia."
Consejo #3:
Preferir la habilidad por encima de la pasión
Enfocarnos en lo que podemos hacer consistentemente bien, en aquello en lo que somos más competentes, es objetivamente mejor que perseguir ciegamente algo que nos "apasiona" aunque no se nos dé particularmente bien.
Cuando se defienden los sueños y la pasión alrededor de temas laborales, a menudo se esgrimen citas como: "Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida" de Confucio, o —quizás más popular del lado de la animación: "Si puedes soñarlo puedes hacerlo, recuerda que todo esto comenzó con un ratón" de Walt Disney...
Son frases bonitas e inspiradoras. Pero no son prácticas. Al principio dijimos que íbamos a dejar de lado el idealismo y nos íbamos a centrar en un enfoque realista y pragmático. Lo que Confucio no sugirió en su cita, Mike Rowe (popular por la serie de Discovery Channel, Trabajo Sucio) lo pone en palabras muy crudas, pero ciertas:
"El hecho de que te apasione algo no significa que no apestarás en ello."
Si hay algo que se nos da particularmente bien, vale la pena considerar desarrollar nuestra carrera en esa área. La pasión por ella vendrá después —y está bien si no es nuestra mayor pasión. Siempre podemos tener una pasión fuera del trabajo para realización personal.
La frase "contrata la actitud, entrena la habilidad", tradicionalmente atribuida a Herb Kelleher (quien fuera CEO de Southwest Airlines), suena muy bonito —y tiene mucho de cierto— pero no es una excusa para descuidar la habilidad. En la práctica, una mejor receta sería poder contar con ambas: actitud y habilidad.
Consejo #4:
Priorizar la práctica por sobre el consumo
Una de las diferencias más claras entre un profesional de animación y un aficionado de la animación es la proporción de cuánto practican su especialidad por sobre el consumo de animación.
La clave: Un aficionado consume más animación que la que desarrolla.
Al referirse a esta dicotomía, el pintor Ben Shahn lo expresó diciendo:
"A menudo me han preguntado cuál es la diferencia entre un artista aficionado y un artista profesional, y te lo diré. Un artista aficionado es aquel que trabaja toda la semana en otra cosa para poder pintar el sábado y el domingo. Un artista profesional es aquel cuya esposa trabaja para que él pueda pintar todo el tiempo."
No hay nada de malo en ser un aficionado de la animación, pero sólo consumir contenido animado, por sí mismo, no nos hará mejores profesionales —igual que ver videos de ejercicios, por muchas horas que les dediquemos, no nos hará tener mejor condición física. Tendremos que hacer para obtener algún resultado.
En palabras del autor Steven Pressfield:
"La diferencia entre un aficionado y un profesional está en sus hábitos. Un aficionado tiene hábitos de aficionado. Un profesional tiene hábitos profesionales. Nunca podemos liberarnos del hábito. Pero podemos reemplazar los malos hábitos por buenos."
Existe el argumento de que el consumo de contenido puede darnos referencias y hasta criterio, pero eso sólo será válido si sí aplicamos esas referencias y ejercitamos ese criterio. De otro modo, sólo estaríamos justificando nuestra preferencia por el consumo —efectivamente comportándonos como fans, en vez de procurar nuestro desarrollo como profesionales.
En palabras de Robert Ringer:
"Si quieres ser bueno en algo, hazlo tan a menudo como sea posible. Si quieres convertirte en un experto en ello, hazlo todos los días."
⚠️ Otra advertencia importante:
Los títulos universitarios son importantes, especialmente para temas legales como visas de trabajo.
En la práctica, un título universitario no hace a un profesional. El "cartón" no le conseguirá el trabajo a nadie si esa persona no puede hacer el trabajo, pero tampoco debemos caer en la trampa de pensar que los títulos no importan.
Conozco profesionales maravillosos, con una habilidad y experiencia de verdad fantásticas, y que son enteramente empíricos o autodidactas. Al mismo tiempo, es muy triste la cantidad de graduados universitarios a los que no me arriesgaría a contratar, precisamente porque nunca se preocuparon por desarrollar las habilidades necesarias para desempeñarse en la profesión que estudiaron. Nunca es tarde para desarrollar esas habilidades, pero es desalentador ver a tantos escudarse detrás de un cartón que, por sí mismo, no vale nada.
Consejo #5:
Un reel/portafolio nuevo cada 6 meses
Con demasiada frecuencia encuentro personas aplicando para nuevas oportunidades de trabajo, pero con reels viejos y desactualizados.
En casos graves, hemos recibido links con muestras de trabajos de 2 y hasta 3 años de antigüedad. En una industria tan dinámica como la de Animación Digital, y donde la tecnología evoluciona y mejora tan rápido, muestras de trabajo tan viejas son una mala señal.
Peor aún, a menudo, los reels más viejos sólamente tienen tareas y proyectos de la universidad (que hemos visto cientos de veces). El problema no es que los proyectos sean conocidos, sino que eso nos demuestra que el aplicante no tiene iniciativa propia y que sus conocimientos probablemente se han oxidado. Si no ha continuado practicando, su nivel ya no será ni siquiera el mismo que tenía para cuando hizo el reel —será peor.
Alguien que está interesado en su propio desarrollo profesional debería estar practicando y haciendo ejercicios —aún si nadie se lo está pidiendo. Lo hace para sí mismo, para mantener vivo el conocimiento y habilidad, para crecer. Lo hace porque quiere ser cada vez mejor.
Trabajar en nuestros proyectos personales y resolver ejercicios nos permitirá mantener un reel fresco y actualizado, que sea una muestra fiel de nuestra capacidad actual y nuestro crecimiento. Por eso es importante contar con un reel nuevo cada 6 meses —no porque necesitemos que sea "nuevo", sino porque nos obliga a practicar y crecer.
En palabras de Chase Jarvis (CEO de CreativeLive):
"Los portafolios lo son todo, las promesas no son nada. Haz el trabajo."
Consejo #6:
Ser específicos en nuestro reel
Puede parecer obvio, pero es importante: si aplicamos para una oportunidad, deberíamos asegurarnos de que nuestro reel sea específico para ese rol. Si estamos aplicando para una oportunidad en Modelado y Texturas, nuestro reel debería ser de modelado y texturas, y no tener animación, rig, motion graphics, y todo lo que hemos hecho en 2D...
En palabras de Michael Keith, de The DAVE School,
"Los reclutadores a menudo reciben solicitudes en las que el artista muestra un trabajo que no es relevante para el puesto que solicitan. Si está solicitando un puesto de animador, entonces su reel de demostración debe consistir en animaciones y no un reel generalista o un reel de modelado con un ciclo de caminata bípeda. Adapte su cartera al tipo de puesto que está buscando. Si eres un modelador y animador talentoso, entonces ten carretes separados para cada disciplina."
Esta es otra circunstancia en la que ser "una navaja suiza" no nos ayuda. Aún si podemos hacer todas esas cosas —y hacerlas bien— lo ideal sería que tuviéramos un reel diferente para cada una de ellas. ¡Son tareas muy específicas! Cuando un equipo de reclutamiento encuentra un reel genérico, que no atiende la plaza para la que está reclutando, la mayoría de las veces dejará de ver el reel y pasará a la siguiente aplicación.
Consejo #7:
En el reel, solo lo mejor
Hay variedad de consejos para que un reel sea efectivo. La mayoría gira alrededor de radios para el contenido, con consejos como "empieza con lo mejor" o "deja lo mejor para el final". Y en principio tiene sentido.
Considerando que los equipos de reclutamiento tienen poco tiempo, es importante impresionarlos pronto, desde el inicio del reel. Por otro lado, el final se mantendrá en la memoria por más tiempo, por lo que tiene sentido que queramos que sea un buen final.
Sin embargo, cualquiera de estas perspectivas dejan la puerta abierta a que el reel se vuelva mediocre justo a la mitad. En cambio, lo mejor que podríamos hacer es adoptar una mentalidad diferente: "en el reel, solo lo mejor".
Si un proyecto no es un ejemplo de nuestro mejor trabajo, entonces no merece estar en nuestro reel. Eso es todo. Será preferible un reel pequeño pero fuerte, que uno más largo pero inconsistente. En un buen reel no hay espacio para el relleno.
Parafraseando nuevamente a Michael Keith, hay tres razones por las que hay materiales malos en nuestros demo reels:
El material es malo, pero no nos damos cuenta de que es malo.
El material es malo pero no nos molestamos en arreglarlo.
El material es malo pero no supimos cómo arreglarlo.
Ninguna de estas razones es aceptable para justificar material de baja calidad en nuestro portafolio.
"Si no está seguro de si una pieza es digna de mostrarse a un empleador, pregúntele a alguien cuyo ojo artístico sea de su confianza. De hecho, ¡ponle tantos ojos como sea posible!"
Para terminar
Es muy importante tener presente que no hay fórmulas mágicas. No hay nada que podamos hacer que garantice que tengamos el trabajo que deseamos. Sin embargo sí hay cosas que podemos hacer que mejoren nuestras oportunidades de conseguirlo.
En palabras de Peter Drucker:
"La mejor forma de predecir el futuro es creándolo"
La pregunta es: ¿Qué futuro estamos creando para nosotros mismos? Estos siete consejos son útiles y prácticos, pero dependerá de cada uno de nosotros ponerlos en práctica. Sólo así podremos beneficiarnos de ellos.
Simon Sinek, Start with Why: How Great Leaders Inspire Everyone to Take Action (New York: Portfolio, 2009)
Simon Sinek, “Businesses Do NOT Exist to Make Money | Simon Sinek”, Simon Sinek, 18 de diciembre, 2020, video, 2:53.
Tim Challies, Do More Better: A Practical Guide to Productivity (Minneapolis: Cruciform Press, 2015)
Greg McKeown, Essentialism: The Disciplined Pursuit of Less (New York: Crown Business, 2014)
Lars Kure Juul, Organizational Happiness (Copenhagen: Clearsight Publishing, 2018)
Peter F. Drucker, Managing Oneself (Boston: Harvard Business Press, 2008)