A medida que cerramos el 2024, nos encontramos reflexionando sobre un año que ha desafiado a la industria de la animación de formas inesperadas. Este ha sido un periodo de transiciones complejas, donde la creatividad ha brillado, pero también hemos experimentado dolores profundos. Desde cierres y despidos masivos hasta éxitos artísticos y comerciales, cada evento ha ofrecido lecciones valiosas sobre la resiliencia, el aprendizaje y, sobre todo, oportunidades para la gratitud.
El contexto de un año lleno de altibajos
2024 trajo consigo titulares agridulces. Por un lado, vimos el cierre de estudios legendarios como Gainax, conocido por redefinir el anime con obras como Neon Genesis Evangelion. Este cierre simboliza no solo el final de una era, sino también los retos financieros y estructurales que enfrentan las compañías creativas. Europa también fue testigo de este fenómeno, con el cierre de Axis Studios, un pilar en la animación digital que marcó tendencias en narrativa visual.
Además, también hubo rondas de despidos masivos en estudios alrededor del mundo, incluyendo Pixar, que cesó a un 14% de su fuerza laboral en mayo, lo que subraya la volatilidad del mercado. A pesar de contar con producciones destacadas, muchas compañías tuvieron que ajustar su personal debido a la disminución de la demanda, los costos excesivos y una economía global incierta.
Sin embargo, también hubo momentos para celebrar. Inside Out 2 (conocida como "Intensamente 2", en español) superó expectativas, demostrando que las secuelas pueden capturar corazones y generar impacto financiero. Esto acabó por consolidar la tendencia, ya de por sí creciente en estudios de animación como Pixar, Dreamworks, Disney e Illumination, de enfocarse en secuelas y proyectos derivados de sus propiedades intelectuales ya consolidadas.
Por otro lado, la segunda temporada de Arcane reafirmó su estatus como un hito cultural. Aunque no logró los ingresos esperados, su narrativa emocional y calidad visual conquistaron a millones, recordándonos que el verdadero éxito no siempre se mide en cifras.
Las lecciones de un año complejo
Uno de los temas recurrentes en 2024 fue la creciente tensión entre los modelos de producción tradicionales y las demandas cambiantes del mercado. Los sindicatos jugaron un papel clave este año, con huelgas y negociaciones que demandaban condiciones laborales más justas y la revisión de contratos que respondan al impacto de la tecnología y la globalización.
En paralelo, el panorama creativo se diversificó. Películas independientes como Flow, o The Glassworker destacaron por su enfoque artesanal, mientras que producciones como la temporada final de Star Wars: The Bad Batch, Dragon Ball Daima, Moana 2, Sonic the Hedgehog 3 y, por supuesto, Dream Productions, el spin-off de la ya mencionada Inside Out 2, continuaron consolidando franquicias establecidas.
Estos contrastes muestran cómo, en medio de las dificultades, la industria de animación sigue avanzando y encontrando nuevas (y viejas) maneras de conectar con el público.
Gratitud en todas las circunstancias
Como creyentes, estamos llamados a ver más allá de los titulares y encontrar las huellas de Dios en cada experiencia. El apóstol Pablo nos recuerda en 1 Tesalonicenses 5:18:
“Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para vosotros en Cristo Jesús.”
Este mandato no minimiza el dolor de las dificultades, pero nos invita a reconocer que incluso en los momentos difíciles, Dios está obrando.
Cuando vemos cierres de estudios y despidos, aprendemos sobre la fragilidad de nuestras estructuras humanas. Estos eventos nos desafían a depender menos de nuestras propias fuerzas y más de la providencia divina. Al mismo tiempo, los éxitos comerciales como el de Inside Out 2 nos recuerdan que toda buena dádiva viene de lo alto (Santiago 1:17), y los logros en la narrativa visual de Arcane nos enseñan a valorar la creatividad como un reflejo de la imagen de Dios en nosotros —aún cuando el proyecto en específico es moralmente objetable (Fil 4:8 y 1 Cor 10:23-33).
Aprender de la experiencia
Romanos 8:28 declara:
“Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a su propósito.”
Este año, hemos visto cómo las pruebas han generado innovación y solidaridad en la comunidad de animación. La gratitud no solo es una respuesta emocional, sino una declaración de fe que transforma la adversidad en oportunidad para crecer y glorificar a Dios.
Mirando hacia adelante
Al despedirnos del 2024, somos conscientes de que cada reto y cada triunfo nos prepara para lo que está por venir. Nos toca reflexionar sobre cómo podemos usar nuestras experiencias para fortalecer a nuestra comunidad, construir puentes entre diferentes voces y seguir avanzando con integridad.
Preguntémonos: ¿De qué manera podemos glorificar a Dios en nuestra labor creativa? ¿Cómo podemos apoyar a quienes enfrentan momentos difíciles en nuestra industria? Y, finalmente, ¿qué historias estamos llamados a contar en el próximo capítulo?
En la industria y en nuestras vidas, el 2024 nos dio oportunidades de aprender que que la gratitud y la fe son esenciales para perseverar y construir un futuro que refleje la gloria de nuestro Creador.